lunes, 24 de noviembre de 2014

ADIMAC SANTANDER Portada en el DIARIO MONTAÑÉS 23.11.2014







Aunque existe un error tipográfico en la segunda línea, ser portada en un el DIARIO MONTAÑÉS un fin de semana, me parece un auténtico logro para ADIMAC SANTANDER, lo que ayudará en la siembra de sensibilidades que comienza a realizarse en Cantabria.

¡¡¡ENHORABUENA!!!

domingo, 2 de noviembre de 2014

EL TDAH NO EXISTE

«El TDAH no existe, y la medicación no es un tratamiento, sino un dopaje»

El catedrático Marino Pérez, autor de «Volviendo a la normalidad», asegura que no hay biomarcador cerebral que justifique el Trastorno por Déficit de Atención

«No existe. El TDAH es un diagnóstico que carece de entidad clínica, y la medicación, lejos de ser propiamente un tratamiento es, en realidad, un dopaje». ESTA es la sentencia de Marino Pérez, especialista en Psicología Clínica y catedrático de Psicopatología y Técnicas de Intervención en la Universidad de Oviedo, además de coautor, junto a Fernando García de Vinuesa y Héctor González Pardo de «Volviendo a la normalidad», un libro donde dedican 363 páginas a desmitificar de forma demoledora y con todo TIPO de referencias bibliográficas elTrastorno por Déficit de Atención con y sin hiperactividad y el Trastorno Bipolar infantil. Lo que sí que existe, y es a su juicio muy preocupante, es el fenómeno de la «patologización de problemas normales de la infancia, convertidos en supuestos diagnósticos a medicar».
—En «Volviendo a la normalidad», ustedes ponen el dedo en la llaga, al ASEGURAR que el llamado Trastorno por Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad (TDAH), no existe.
—El TDAH es un diagnóstico, cada vez más popularizado, que carece de entidad clínica. PARA empezar, no se establece sobre criterios objetivos que permitan diferenciar el comportamiento normal del supuestamente patológico, sino que se basa en apreciaciones subjetivas, en estimaciones de los padres del tipo de si «a menudo» el niño se distrae y se mueve mucho. Más que nada, el diagnóstico es tautológico. Si un padre preguntara al clínico por qué su hijo es tan desatento e inquieto, probablemente le respondería porque tiene TDAH, y si le preguntara AHORA cómo sabe que tiene TDAH, le diría porque esdesatento e inquieto. Por lo demás, insisto, no existe ninguna CONDICIÓN neurobiológica ni genética indenficada, y sí muchasfamilias donde no se asume que la educación de los niños es más difícilde lo que se pensaba.
—¿Quiere decir que no hay ninguna prueba médica que lo demuestre?
—No. No existen pruebas clínicas ni de neuroimagen (como TC, RM, PET, etc) ni neurofisiológicas (EEG, ERP) o test psicológicos que de forma específica sirvan para el diagnóstico. Lo que nosotros decimos en ESTA obra, con toda seguridad, es que no hay ningún biomarcador que distinga a los niños TDAH. No se niega que tengan problemas, pero son niños, que tienen curiosidad y quieren atender a lo que sea, moverse... A sentarse es algo que hay que aprender. No existe ninguna alteración en el cerebro.
—Pero los expertos en TDAH afirman que ESTE trastorno mental/psiquiátrico del neurodesarrollo conlleva ciertas particularidades cerebrales, y niveles anormales de sustancias neurotransmisoras...
—Pudiera haber diferencias en el cerebro, como es distinto el cerebro de un músico al de otro que no lo es. Incluso el de un pianista a un violinista. Pero esa diferencia del cerebro no es la causa. El cerebro es plástico y puede variar su estructura y su funcionamiento dependiendo de las exigencias y CONDICIONES de vida. Un ejemplo muy famoso es del hipocampo cerebral de los taxistas de Londres. Cuantos más años de profesionalidad, más alterada es esa estructura cerebral. ¿Por qué? Porque está relacionada con el recuerdo y la memoria espacial, como es requerido para ser taxista en una ciudad de 25.000 calles como Londres. Lo que se pueda observar diferencial en el cerebro de quien sea, en este caso de niños a los que se diagnostica TDAH, no explica que esa sea la causa del supuesto trastorno, si no que los niños sean más ACTIVOS e inquietos. Pero algunos padres se agarran o podrían estar interesados en encontrar una diferencia cerebral en los niños que les justifique o exima de responsabilidad en lo que le pasa al niño. Insisto, no hay ningún clínico ni ninguna prueba de neuroimagen que pueda validar un diagnóstico, como no hay evidencia que demuestre que los niveles cerebrales de dopamina o noradrelina sean anormales en niños con este diagnóstico.
—Ustedes TAMBIÉN recogen en su obra que muchos clínicos, y hasta laboratorios farmacéuticos, que reconocen que no hay biomarcadores específicos.
—Cualquiera que esté al tanto de las investigaciones no PUEDE dejar de reconocer que en realidad no hay biomarcadores específicos por los que se PUEDA diagnosticar ese TDAH como una entidad clínica diferencia. En España hay multitud de expertos en el tema que después de defender que es un trastorno bioneurológico, reconocen que no hay bases neurológicas establecidas para el diagnóstico. Y sin embargo mantienen ese discurso. Casualmente, suelen ser personas con conflictos de intereses reconocidos y declarados, que han recibido y está recibiendo ayudas y subvenciones y todo tipo de privilegios de diversos laboratorios. Es decir, muy a menudo los defensores del TDAH mantienen esa retórica a pesar de que no hay evidencia, por un conflicto de intereses que les lleva a sesgar la información por el lado de lo que desean que hubiera en base a los intereses de hacer pasar el trastorno como si fuera una enfermedad que hubiera que medicar.
—La realidad es que el TDAH se acaba de reconocer en la flamente Ley orgánica para la MEJORA EDUCATIVA(LOMCE).
—Las instancias políticas, empezando por el Parlamento Europeo, con su «libro blanco» sobre el TDAH, y terminando por su inclusión en la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), puede que estén dando carta de naturaleza a algo cuya naturaleza, valga la redundancia, está por determinar y que, de hecho, es controvertida. Se está reclamando que se hagan las dotaciones adecuadas que contempla la ley como son ayudas, subvenciones, e incluso rebajas para la adquisición de los libros de texto, ventajas para acceder a becas, quien sabe si hasta para acceder a la Universidad. Mientras, los lobbies de la industria farmacéutica se estarán frotando las manos, viendo como los políticos «trabajan» a su favor. Los políticos creerán que han hecho lo políticamente correcto pero, de acuerdo con lo dicho, sería incorrecto científicamente.
—Usted augura que, a PARTIR de este reconocimiento, habrá muchos interesados en que el niño reciba un diagnostico formal de TDAH.
—Si. Esto mismo que ha pasado en España, de que la Ley otorgue cobertura legal al TDAH, se vio con anterioridad en 1997 en Quebec (Canadá). Allí hicieron un estudio de seguimiento de diagnósticos durante los 14 años siguientes y se encontró que en esa provincia canadiense en concreto, y a diferencia del resto de Canadá, había aumentado exponencialmente el número de niños medicados. Un crecimiento que no se observó en otras enfermedades propiamente infantiles como el asma, donde el porcentaje se mantuvo el resto del tiempo. Además, los niños que tomaban medicación de forma CONTINUADA tenían un rendimiento más bajo a largo plazo. Y tenían a su vez otros comportamientos y otras alteraciones como ansiedad y depresión.
—Los efectos secundarios de la medicación es algo que ustedes también CITAN EN esta obra, al señalar que los padres no son muy conscientes de los mismos.
—La utilidad de la medicación, hasta donde lo es, no se debe a que esté corrigiendo supuestos desequilibrios neuroquímicos causantes del problema, como se da a entender, sino a que el propio efecto psicoactivo de la droga estimulante puede aumentar la atención o concentración, como también lo hacen el café o las bebidas tipo Red Bull. La medicación para el TDAH no es, en rigor, un tratamiento específico, sino un dopaje: es la ADMINISTRACIÓN de fármacos o sustancias estimulantes para potenciar artificialmente el rendimiento. En cuanto a la salud, estas anfetaminas lo que producen es un efecto inmediato (si es continuado) de aumento de la presión sanguínea y cardiaca, que les puede llevar a tener a la larga más riesgos cardiovasculares. Tampoco les debería sorprender su efecto sobre el retraso del crecimiento. La cuestión es saber que pasa tras años de medicación.
—Si el TDAH no es un cuadro clínico, pero sí un problema de conducta, ¿qué PUEDEN hacer los padres afectados?
—Lo dificil hoy en día es que los padres puedan tener una atención más continuada y sosegada con los niños. Pero la atención y la actividad se pueden aprender, y mejorar. Hay estudios hechos y publicados en la versión americana de Mente y Cerebro con niños pequeños abocados o candidatos a recibir el diagnóstico. Se les enseñaba a los padres a realizar diversas tareas con esos pequeños, con el objeto de educar la atención y su impulsividad. Y se ha comprobado que con estas actividades consistentes en juegos tipo «Simon dice», donde uno tiene que esperar a responder cuando se le pide algo, se ha logrado que los niños mejoren y CONTROLEN la impulsividad o los comportamientos que les abocaba al TDAH.
—Mientras tanto, usted señala que las asociaciones de afectados TIENEN publicidad en sus webs de los laboratorios farmacéuticos implicados en la fabricación de los medicamentos.
—Si usted echa un vistazo a alguna de ellas lo podrá comprobar por usted misma. En mi opinión, las asociaciones de padres y afectados por el TDAH, si no quieren hacerle el juego a otros intereses, debieran tener prohibido en sus estatutos recibir financiación de los fabricantes de medicación, y utilizar como divulgación sus explicaciones y panfletos. Es como si ponemos al lobo a cuidar de las ovejas. Aunque los laboratorios reciban cuantiosas multas por la inapropiada promoción de sus preparados y afirmaciones engañosas acerca de su eficacia, como los 56.5 millones de dólares que tendrá que pagar el principal fabricante de medicamentos para el TDAH, no será nada comparado con los 1.200 millones de dólares que tiene previsto ganar en 2017 con uno de ellos. De estas cosas también hay que hablar CUANDO se habla de TDAH.

—¿Recomendaría usted alguna lectura a padres preocupados?


martes, 10 de junio de 2014

REVISTA AMPA 2014 C.P. RAMÓN MUÑOZ LUARCA


ARTÍCULO PUBLICADO POR DEIA. 08.06.2014


ELISA ÁLVAREZ PSICÓLOGA ESPECIALIZADA EN ALTAS CAPACIDADES Y VICEPRESIDENTA DE ADIMAC

"Un 65% de los niños con sobredotación fracasa en el sistema escolar"

http://www.deia.com/2014/06/08/sociedad/euskadi/un-65-de-los-ninos-con-sobredotacion-fracasa-en-el-sistema-escolar

Parece que no atienden, aunque se enteran de todo, y a veces incluso retan al profesor. "Trabajar con ellos es complicado, pero muy satisfactorio", dice la experta
A. RODRÍGUEZ - Domingo, 8 de Junio de 2014 - Actualizado a las 06:03h

BILBAO - "Se nos están escapando muchos niños con altas capacidades y a los que tenemos detectados no les estamos dando una respuesta suficiente". Para remediarlo la vicepresidenta de la Asociación para el desarrollo integral de menores con altas capacidades, Elisa Álvarez, insta al Gobierno vasco a que "valore a todos los niños de cuatro años y, a partir de ahí, elabore estrategias".

¿Tener un hijo con alta capacidad intelectual es una suerte?
-La familia no lo vive así. Tú les dices que su hijo tiene un potencial estupendo, pero desarrollarlo, muchas veces contra marea, no es fácil. Las familias tienen un gran pudor. Les da vergüenza contar en el centro sus sospechas. Piensan que les van a contestar: ¿Tan listos sois vosotros?
¿Les han llegado a decir eso?
-Hay un clasismo claramente definido. Si eres economista, se presupone que igual no vas tan desencaminado, pero si eres albañil, eso casi se descarta. Es una vergüenza.
¿Los padres ocultan en su entorno la potencialidad de sus hijos?
-Muchos no se lo dicen ni a la familia. Este colectivo todavía está metido en el armario. Yo conozco a unos padres que le decían al niño: "Acuérdate de que en la calle no sabes leer".
A juzgar por el relato de las familias, que se reconozca una alta capacidad no parece tarea fácil.
-Muchas veces los niños llegan rebotados de los psicólogos y los servicios de salud porque no han sabido darle una explicación a eso y lo único que les pasa es que necesitan una atención específica para poder desarrollar su potencial de aprendizaje.
Los centros no siempre les apoyan.
-El problema es que a veces les dicen: "Yo no lo veo", porque la sensación es que tiene que sacar las mejores notas de clase, cuando una alta capacidad es más fácil que saque siempre muy buenas notas en una asignatura a que tenga un expediente académico brillante.
A menudo fracasan en los estudios.
-Un 65% de los niños con sobredotación fracasa en el sistema escolar y empieza muy pronto, en Primaria, a repetir cursos.
¿Por puro aburrimiento?
-O por otras cuestiones, como que han aprendido a leer y han aprendido mal o no han elaborado estrategias para escribir porque han aprendido tan pronto que les parece una pérdida de tiempo y escriben mal.
Alcanzada la adolescencia, ¿llegan a retar a los profesores?
-Los creativos, que siempre buscan tres pies al gato y no reconocen la autoridad, son capaces de poner en ridículo al profesor. Una cría escribió en el encerado Aré lo que pude. La profesora se descargó: "Tú, que eres tan lista...". La niña le dijo: "También existe el verbo arar". O eres capaz de no ponerte a su altura o atente a las consecuencias.

-Algunos se relacionan muy bien y son líderes naturales y a otros les cuesta más encajar. Una madre me contaba que su hijo había hablado y andado precozmente, pero que no podía ser una alta capacidad porque tenía amigos. Sigue en el inconsciente colectivo que son casi como sociópatas solitarios y no es cierto.
Algunos se sienten rechazados...


"Se nos están escapando muchos niños con altas capacidades y a los que tenemos detectados no les estamos dando una respuesta suficiente"
Elisa Álvarez
Psicóloga
¿Se relacionan bien con los niños?
-Hay veces que sufren acoso, pero depende mucho de sus características y de la necesidad que tengan de expresar lo que saben. Cuando tienen mucha, el resto no los acepta. Otros se mimetizan y les va mejor.
Cuando se les acelera de curso, ¿se adaptan bien a sus compañeros?
-Es curioso que esta pregunta no se haga cuando repiten, que es cuando afecta de verdad, porque les cae encima el sambenito de que no valen.





LA "ARDUA PELEA" DE LAS FAMILIAS
"Quiere saber más y le dicen que repita"

http://www.deia.com/2014/06/08/sociedad/euskadi/quiere-saber-mas-y-le-dicen-que-repita

La madre de un menor vasco con altas capacidades relata la "ardua pelea" de las familias para satisfacer a sus hijos
UN REPORTAJE DE ARANTZA RODRÍGUEZ - Domingo, 8 de Junio de 2014 - Actualizado a las 06:03h

NO tiene un tomo de física cuántica debajo del brazo, ni gafas redondas, ni cara de cerebrito. Solo una bonita sonrisa y muchas ganas de aprender. Tantas que lo que le enseñan en el cole le sabe a poco. "Dice que se aburre y que está cansado de repetir siempre lo mismo. Las horas de clase se le hacen interminables y llega un momento en el que desconecta", cuenta la madre de este niño con alta capacidad intelectual. Lejos de ser "un camino de rosas", tener un hijo con una mente privilegiada le está suponiendo un "sufrimiento", dada la deficiente colaboración que, a su juicio, le están prestando desde el centro. "Mi hijo quiere saber más y, en vez de acelerarle de curso, le dicen que tiene que repetir. No hay una respuesta adecuada y es terriblemente duro para la familia".
Sentado frente al piano, el crío toca una pieza. Y luego otra y seguido unas cuantas más, poniendo banda sonora a su propia historia. "Ves que habla a temprana edad, que es bastante autónomo antes de los tres años, que aprende todo muy rápido y tiene gran memoria y empiezas a sospechar", se remonta años atrás la madre de este alumno de Primaria. Sorprendida por la facilidad con la que su hijo adquiría conocimientos, se lo comentó a la consultora del colegio. "Me dijo que no me preocupara, pero luego pasa el tiempo y no hay atención", lamenta. Tras los primeros cursos, empezaron los contratiempos. "Decían que el niño no rendía como los demás, que había bloqueos, que no sabían ponerle nombre al problema, cuando no había ningún problema, era una alta capacidad. Yo ya avisé y no se hizo caso", protesta.
En la consulta del pediatra, dice, encontró mayor "sensibilidad". "Me dijo que tenía que buscar un diagnóstico y exigir que se le reconocieran sus necesidades específicas porque si no, iba a tener somatizaciones", recuerda. Algo normal en un niño que va al colegio a regañadientes y no encuentra en el aula ninguna motivación. Una vez que un profesional certificó sus sospechas y determinó las medidas más adecuadas para su hijo, tropezó con la "incomprensión" del centro. "Él no va a estar a gusto mientras no tenga las medidas acertadas y, en su caso, distan mucho de ser satisfactorias. El especialista dice que hay que hacer una subida de curso y en el colegio le dicen todo lo contrario, que no lo ven, que tiene que repetir. Hay una gran facilidad en los centros para que la gente repita y una grandísima dificultad, a veces incomprensible, para hacer una aceleración", denuncia.
Diagnóstico en mano, tras mostrar que "el trabajo que desarrolla el niño en casa es más amplio" que el que le correspondería por edad, ha conseguido algún que otro paso, aunque le resultan insuficientes. "A mí me dicen que hacen muchas cosas en el centro, que han hecho un enriquecimiento con mi hijo, pero yo no veo los resultados. Aquí hay que dar respuestas e implicarse y si no funciona una cosa, hacer otra", reclama.
Pese a que en Euskadi hay alumnos a los que les han adelantado de curso en Primaria, a su hijo no terminan de aplicarle esta medida. "No se puede esperar, la necesidad es ahora, no mañana. Hay familias a las que les toca antes y tienen esa suerte, pero no podemos dejar esto al arbitrio de dar con un profesional o un centro. Tiene que estar estructurado y necesitamos especialistas para que esto no sea un sufrimiento para las familias", demanda.
"CUESTA QUE HAYA CAMBIOS" Ahora, asegura, los padres se dejan la piel para mover "la lenta y engorrosa maquinaria" y que los profesores puedan, por ejemplo, acceder a unas horas de información. "Tenemos que luchar con todo eso diariamente y es muy difícil porque hay mucha rigidez y cuando quieres proponer algo, la primera respuesta siempre es no. Nos cuesta terriblemente que haya leves cambios", subraya.
Por si fuera poco, dice, a veces los consejos de las familias se interpretan como imposiciones. "En nuestro ánimo nunca está imponer, sino buscar el bienestar y la integración de los niños. Que los veas felices y que desarrollen sus capacidades. Para eso hay que instaurar recursos. La familia llega donde llega y no todas las obligaciones tienen que recaer sobre ella. En los centros tienen que ser flexibles y dar respuestas. No podemos estar con las manos vacías y llevarnos los problemas a casa nosotros siempre".
Conocedora de los recursos que existen para los alumnos con discapacidad, exige para su hijo igual trato. "Cuando hay un niño con discapacidad, todo está estructurado, la acogida es fantástica y nadie se cuestiona nada. Socialmente y educativamente hay una sensibilización. En el caso de la alta capacidad falta sensibilizar a la gente. Se nos cuestiona aun con el diagnóstico".
"EN EL DESIERTO SIN CANTIMPLORA" A estas alturas del relato, visto el "desgaste emocional" que ha sufrido la familia, el mito de que tener un hijo con alta capacidad es una suerte se resquebraja. "La gente piensa que es todo maravilloso, que aprenden rápido y no necesitan nada, pero eso no se ajusta a la verdad y dista mucho de los muros que hay que derribar de incomprensión, de falta de comunicación y de entendimiento. Esto no es un camino de rosas, es una pelea muy ardua de las familias. Estamos totalmente desamparados. Nos han dejado en el desierto sin cantimplora", equipara.

Inmersos en "un pozo de emociones, inseguridades e incertidumbres", los padres de estos pequeños tienen que asumir, además, otra factura, la económica. "Todo lo costeamos las familias. Las necesidades de conocimiento que no satisface el centro las soportamos nosotros y ahí entra desde ver museos a acudir a un grupo de alto rendimiento, de donde salen insuflados de vida", afirma. Dada la mala coyuntura económica, no todos pueden sufragarse estos recursos. "¿Qué hacen las familias que no pueden asumir los gastos de un diagnóstico o permitirse que sus hijos vayan a un grupo de alto rendimiento? ¿Estar encerrados en casa llorando?", se pregunta.



domingo, 1 de junio de 2014

MUCHAS GRACIAS


No sabemos exactamente a quién agradecer en esta ocasión, pero nos llega un mensaje que dice:
"Espero poder lograr una valoración del crío, por lo que me comentaron unos amigos inscritos a MENSA, sois los mejores en ello."
Lo que contestaba a esta madre que disponía de esta información es:
Nos halaga el reconocimiento, en otras ocasiones nos llegan de manera más directa. 

Lo que es cierto es que algo sabemos de capacidad intelectual y de cómo realizar una valoración y lo hacemos lo mejor que podemos, en cuatro modelos de formato para distintas necesidades y posibilidades.

MADRE CONTANDO SU EXPERIENCIA


Somos un matrimonio de Pamplona, nuestro hijo mayor tiene once años y alta capacidad...
Estamos frustrados, desmotivados y amargados. 
Soy su madre y llevo con insomnio desde que empezó el curso, llevo años reforzando a mi hijo en casa lo que no atiende en el cole, saca buenas notas, pero es igual, terminan bajándoselas muchísimo.
Nuestra hija pequeña viene igual... nos sentimos desamparados e impotentes, nos parece tan injusto, que lo único que saben hacer por nuestros hijos es bajarles las notas, estoy harta de reuniones, de esperas interminables hasta que nos citan, de tener siempre el mismo discurso que no sirve para nada.
Nadie nos anima en nuestro entorno, a todos les parece un rollo tener un hijo así...
Nuestros hijos son distintos, tienen otros intereses, el mayor acaba de leerse la trilogía de Rick Riordan, mil y pico páginas, casi lloraba cuando la acabó; la mitología egipcia le gusta, y muestra mucho interés.
La pequeña es muy creativa, se pasa el día haciendo cosas, todo le viene bien... pero ninguno encaja en el cole.
Y claro eso nos hace sentir muy mal, veo niños mucho menos capaces que mi hijo con notables y sobresalientes, solo porque da al cole lo que le piden.... ¿cómo se valoran sus intereses?. 
Me siento acomplejada.